lunes, 8 de junio de 2015

La mirada de las mariposas

"Si una de esas mariposas, por ejemplo, quisiera concentrar su voluntad sobre una estrella, o algo por el estilo, no podría hacerlo. Así, ni lo intenta siquiera. Elige como objetivo sólo lo que tiene sentido y valor para ella, algo que necesita, algo que le es imprescindible. Por eso logra lo increíble; desarrolla un fantástico sexto sentido, que ningún animal excepto ella posee."

Pensando sobre lo que dice Herman Hesse:

Siempre me ha gustado observar. 


Cuando era niña, mis padres me recordaban la mala educación que era quedarse viendo a un individuo. Yo no lo podía evitar. Francamente, encontré muy pronto una fascinación por conocer más sobre una persona con tan sólo observarla, que lo que ella podría saber de sí misma.

También podemos ser como las mariposas de Hesse: observamos y nos concentramos para que aquél otro ser... haga lo que tú piensas, y de pronto...te voltee a ver.


viernes, 15 de mayo de 2015

Cenizas en la nieve



Porque alguna vez hubo algo que quemaba pero ahora comenzó a nevar y hay frío. Traté de pedirle al día que me regresara un rayo, pero sólo encontré dolor que lentamente se cubrirá de blanco y una maleta que quizá regale a una niña que me encuentre en el camino (son sólo algunas sonrisas y besos escondidos, historias empapadas que no vuelven pero que dejaron un poco de estelas en lo eterno). 

Entonces iré a las montañas, a ver si ellas pueden hablarme de esperanza y de lo que saben. De todo lo que yo no sé. Quizá me cuenten de algún vagabundo que sueña con ser águila o de un tren que llega hasta el fondo del mar,  o de ti. Y si me cuentan de ti, ellas no sabrán si es mi lágrima o es una gota de lluvia. Y tendré que caminar de nuevo hasta sangrarme los pies, a un país donde no te haya fumado.   


lunes, 29 de diciembre de 2014

Crónicas del 2014


Este año fue para mí una especie de larguísimo túnel con muy pocas antorchas sólo para alumbrar brevemente el camino de aquellos caminantes errantes como yo. Murió una de mis tías favoritas, me dolieron divisiones, pérdidas y desapegos, conocí el miedo mejor que nunca, sobreviví a la escasez y a la soledad a duras penas, y sobre todo... me rodeó el Gran Silencio (un silencio que sólo conocen los que lo hemos vivido. Puedo suponer que todos).

Me faltó visión, motivos y fe. Viví noches oscuras del alma que me desgarraron pero que después me ayudarían a comprender desde el suelo, que la plenitud está en mí y en cada uno de los hijos de Dios... Lo único que falta es despertar y vernos con los ojos del Creador.

"Consumado es", dijo Aquél bendito sobre el madero, que fue maldito para nosotros. "Consumado es", dos palabras que entendía pero que en realidad no estaba creyendo y para las que estaba queriendo encontrar sustitutos como la falsa bondad, la ansiedad, la impaciencia, la egocéntrica "fuerza de voluntad", incluso la religión y la absurda búsqueda del "Plan de Dios" como si fuera la piedra filosofal... cuando siempre había estado en él.  

Podemos recorrer interminables desiertos, para al final darnos cuenta que estaba en nosotros la salida. Sufrí por falta de agua cuando ya estaba junto a ríos de agua viva. Pedía por señales cuando la máxima señal de los tres días ya estaba dada y no necesitaba más. Pedía por grandes maestros cuando mi Amado ya me había dicho que cosas más grandes harían todos los que habitaran en Él.

Puedo decir que fue un año muy especial, quizá uno de los más difíciles, pero el aprendizaje puede ser directamente proporcional a las tribulaciones, Así que, para este cierre de ciclos, me encontré con una gran encrucijada: o decido creer o decido no creer. La decisión es mía. Quise la primera y sé que sólo por eso... no volveré a lastimarme yo misma en la batalla, descansaré en los brazos del que más me ama y dejaré que este 2015 me llene toda Su Luz.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Sobre lo que he aprendido viviendo


  • Puedes convivir con un gato a pesar de que en su naturaleza esté el arañar. No lo matas, no lo destazas, lo amas a pesar de que arañe y aprendes a vivir con él sin guardarle rencor. ¿Qué nos hace pensar que es diferente con seres humanos cercanos?
  • La alabanza es agradecimiento, y la mejor forma de dar gracias a Dios y la vida es siendo felices. 
  • Un proyecto en particular no es el único "plan divino". Todo lo que ocurre, incluso nosotros en nuestra totalidad somos parte de ese plan divino. 
  • Si tienes un anhelo en tu corazón es porque Dios te lo sopló. Yo nunca quise ser gimnasta, ingeniera o actriz. Yo nací para algo muy específico. 
  • Cuando me enojo, no es porque fueron injustos o malos, es porque yo no he sabido amarme a mí misma y a los demás con plenitud y seguridad. Cuando te sabes amado, nada puede dañarte, ni siquiera los malos ratos de alguien más. 
  • Si nos viéramos a través de los ojos de Dios, no seríamos tan duros con nosotros mismos y nos tendríamos más paciencia. 
  • Cuida lo que ves y escuchas, porque después influirá en tus pensamientos y luego en tus acciones. 
  • No podemos tronarle los dedos al orden divino. Él elige el tiempo cuando estamos preparados para recibir La Bendición. 
  • Cuando Dios te pide que vayas, Él paga el transporte, el viático y además te da bonos. 
  • Entre creer y saber hay una gran diferencia. Nuestra alma siempre sabe, a pesar de lo que nuestra mente cree. 
  • Los niños son felices. Nosotros como adultos tenemos que aprender a serlo, y vaya tarea sagaz. Hay que desaprender para aprender.




lunes, 28 de octubre de 2013

Caminando la espiral


Dije que quería volver a escribir para mí, y es que escribir es como el alma, igual de inmortal. Es tratar de desmenuzar las marañas que tenemos en la mente sólo para darte cuenta que  es un matiz de esencia, pero no es la esencia.

Desde ahora quise ver un milagro. Y ese milagro quizá sólo sea mi propio trozo de Dios convertido en poder para alcanzar lo que siempre he deseado SER (no tener) y convertirme en una señal divina en este mundo tan podrido que aunque me cuentan de otras dimensiones y otras realidades, yo sigo viendo el mismo dolor que no se acaba hasta que comencemos a ser eternos (quizá hoy mismo). Simplemente mi consuelo es que lo que no alcanza a ver mi vista... es hermosamente sempiterno.

El milagro será aceptar que hoy puedo nacer de nuevo y replantear todas mis creencias y reaprender. Y por fin verme a través de los ojos del Altísimo. Para obtenerlo... necesito el Silencio, necesito olvidarme de lo que veo y de lo que sé.

Y aunque esto parezca una gran y accidentada odisea, como poetas, como sagrados, como humanos, para hacer el trayecto soportable y quizá hasta disfrutable, debemos saber que estamos acompañados por un Guía que nos ama.

Por cierto, encontré que mis anteriores palabras ya tenían un espejo:

Los cinco colores pueden cegar, 
Los cinco tonos, ensordecer
los cinco sabores, empalagar, 
la carrera, la caza pueden volver locos a los hombres
y su boletín no brindarles ninguna paz. 
Por lo tanto, el hombre sensato
prefere el ojo interno al externo. 

Tao-Te Ching

lunes, 21 de octubre de 2013

Donde está la Belleza...

Observaba esa noche la luna, el ritmo de las estrellas. Yo respiraba, respiraba todo, agradecía todo. No podía SER más perfecto, y yo también SER.

Entonces me dije: Si la inmensidad que nos rodea es la Belleza...entonces...belleza es poder contemplar la obra perfecta y admirarla tanto hasta llenar el alma. Pero entonces recordé que hay quienes no pueden ver.

Después puse música pausada que conjugara con el abismo celestial y eso hizo más bella la Belleza. Pensé que podía ser la música la más sublime razón. Pero entonces recordé que había quienes no podían oír.

Supe entonces que para observar la Belleza de la vida... Debes mirar hacia adentro y escuchar hacia dentro. Sí, y eso podemos hacerlo todos... Y sí... ahí está... Es una llama, el más bello trozo de Dios.


sábado, 30 de julio de 2011

El más Inferior de los animales

Autor: Mark Twain - Traducción: Yo

He estado estudiando los rasgos y características de los tan comúnmente llamados “animales inferiores”, y los he comparado con los rasgos y características del hombre. Y los resultados me parecieron humillantes puesto que me obligaron a renunciar a cualquier punto a favor de la teoría Darwiniana sobre el origen del hombre a partir de los Animales Inferiores; ahora considero que la teoría debería basarse en la premisa del origen del hombre a partir de los Animales Superiores.

Para llegar a esta desagradable conclusión, no tuve que adivinar, suponer ó especular, sino que seguí el famoso método científico. Eso significa que sometí cada premisa al examen crucial de experimentación real, antes de aprobarse o rechazarse de acuerdo al resultado. Después verifiqué y establecí cada paso de mi proceso antes de avanzar al siguiente. Estos experimentos se llevaron a cabo en las Jardines Zoológicos de Londres, durante muchos meses de arduo trabajo.

Antes de particularizar cualquiera de los experimentos, me gustaría expresar uno o dos puntos que me parece importante mencionar antes de seguir. Esto, en el interés de exponerlo con mayor claridad. Los experimentos que se llevaron a cabo presentaron ciertas generalizaciones:

1. Que la raza humana consta de diferentes especies. Presenta leves variaciones (en color, estatura, calibre mental, etc.) debido a condiciones climáticas, ambiente, y otros factores; pero es en realidad una sola especie, y no se puede confundir con ninguna otra.

2. Que los cuadrúpedos son de otra familia. Esta familia también presenta variaciones (en color, tamaño, alimentación, y otros factores, pero es una sola familia).

3. Que las otras familias de animales (aves, peces, insectos, reptiles, etc.) también son un poco distintos. Están en la procesión. Son eslabones en la cadena, que comienza con los Animales Superiores y termina con el hombre, en último lugar.

Algunos experimentos resultaron muy interesantes. En alguna ocasión mientras leía un libro, me encontré con un caso, de hace muchos años, en el que un grupo de cazadores en las Grandes Llanuras (Great Plains) organizaron un torneo de caza de búfalos para entretenimiento de un conde inglés. Lo consideraban un deporte encantador. Mataron a setenta y dos de esos grandiosos animales; se comieron parte de uno y dejaron que se pudrieran los otros setenta y uno. Para determinar la diferencia entre una anaconda y un conde (si es que existe alguna) coloqué siete pequeños becerros en la cueva de una anaconda. El agradecido reptil de inmediato se tragó a uno y se retrajo satisfactoriamente. Después no mostró ningún interés por los demás becerros, ninguna intención de hacerles daño. Repetí este mismo experimento con otras anacondas, siempre obtuve el mismo resultado. Entonces constaté que la diferencia entre un conde y una anaconda es que el conde es cruel y la anaconda no, que el conde destruye lo que no va a necesitar, y la anaconda no. Esto prueba que la anaconda no desciende del conde. También prueba que el conde desciende de la anaconda, y que perdió una buena parte de virtud en la transición.

Noté que muchos hombres que acumulan más dinero del que realmente necesitan tienen un hambre insaciable por más, y no tienen escrúpulos para engañar a sus semejantes que consideran ignorantes y humildes para satisfacer este deplorable apetito. Incité a cientos de diferentes especies de animales salvajes para que acumularan grandes cantidades de alimento, pero ninguno lo hizo. Las ardillas, abejas y algunas aves tienen sus reservas de alimento, pero dejan de almacenar una vez que tienen suficiente para el invierno, y no se les puede convencer por ningún motivo de agregar más. Para reforzar una reputación dudosa, la hormiga pretendía almacenar grandes cantidades de provisión, pero no me pudo engañar. Estos experimentos me convencieron que hay una gran diferencia entre el hombre y los Animales Superiores: el hombre es avaro y miserable, los animales no.

Durante mis experimentos, me convencí de que entre todos los animales, el hombre es el único que insulta y daña, que espera su oportunidad para la venganza. La pasión de la venganza es un concepto desconocido para los Animales Superiores.

Los gallos tienen su harem, pero es con el consentimiento de sus concubinas; así que nadie sale lastimado. Los hombres también tienen sus harems pero es a través de la fuerza bruta, concedido a algunos por leyes atroces, en las que el otro sexo no tiene oportunidad de decidir. En este aspecto, el hombre ocupa un lugar evolutivo mucho más bajo que el gallo.

Los gatos son de moral flexible, pero no son conscientes de esto. El hombre, al descender del gato, lleva consigo la flexibilidad del gato pero dejando la inconsciencia de lado (el golpe de gracia que salva y disculpa a los gatos). El gato es inocente, el hombre no.

Indecencia, vulgaridad, obscenidad (son características exclusivas del hombre); él las inventó. Entre los Animales Superiores no hay pista de ellas. Los animales no esconden nada, no se avergüenzan. El hombre, con su m

ente dañada, se cubre a sí mismo. Nunca entraría a un edificio con su pecho o espalda descubiertos, imposible sugerir tan reprobable propuesta. El hombre es el Animal que Ríe. Pero también los monos se ríen, tal como lo expresó el Sr. Darwin; y también el periquito Australiano, conocido como el kookaburra. ¡No! El hombre es el animal que se sonroja. Es el único que se sonroja y que tiene una razón para sonrojarse.

Hace algunos días supimos de la muerte en la hoguera de algunos monjes, y de la tortura de algunos de ellos. ¿Preguntamos detalles? No, porque entonces sabríamos que se llevaron a cabo indescriptibles mutilaciones. El hombre (cuando es un Indio Norteamericano) le saca los ojos a sus prisioneros, cuando es el Rey Juan y tiene un sobrino que considera inútil, usa una plancha para quemarlo, cuando es un fanático religioso que enfrenta a herejes durante la Edad Media, arranca su piel y les vierte sal en la espalda, en los tiempos de Ricardo, encierra a miles de familias judías en una torre y la incendia, en la época de Colón captura a una familia de judíos españoles (pero esto no es publicable, en nuestros días se multó a un hombre en Inglaterra por pegarle a su mamá, a otro por tener cuatro huevos de faisán sin poder explicar de dónde los sacó). De todos los animales, el hombre es el único que es cruel. Es el único que provoca dolor por el único placer de hacerlo. Un rasgo característico ajeno a los Animales Superiores. El gato juega con el ratón, pero lo excusa el hecho de que no sabe que el ratón está sufriendo. El gato se modera (inhumanamente moderado: solo asusta al ratón, no lo lastima, no le saca los ojos, ni le arranca la piel, ni le entierra astillas bajo las uñas) la moda del hombre; cuando el gato termina de jugar, hace del ratón su alimento. El hombre es el Animal Cruel. Él es la única especie con esta característica.

Los Animales Superiores se involucran en peleas individuales, nunca en masas organizadas. El hombre es el único animal que participa en la atrocidad de las atrocidades: La Guerra. Es el único que rodea a sus hermanos y avanza lentamente y con calma, a sangre fría, para exterminar a los suyos. Es el único animal que por grandes cantidades de dinero puede salir airado, como los Soldados De Hesse en nuestra revolución, o como el Príncipe Napoleón en la Guerra Zúlu, y puede ayudar a torturar individuos de su misma especie que no le han hecho mal alguno y con los que no ha tenido ningún problema.

El hombre es el único animal que roba el país de sus semejantes más necesitados, antes de sacarlos y destruirlos. El hombre, en todas las eras, acostumbra a hacer esto. No existe un sólo metro de terreno en el mundo que sea propiedad del dueño original, o que no haya sido arrebatado una y otra vez, a fuerza bruta y derramamiento de sangre.

El hombre es el único Esclavo. Y es el único animal que esclaviza. El hombre siempre ha sido un esclavo, de una forma u otra. Siempre es esclavo de alguien más a cambio de un salario, siempre hace el trabajo de alguien más por un sueldo menor. Los Animales Superiores hacen su propio trabajo, el mismo que les da sustento.

El hombre es el único Patriota. Se aísla en su propio país, bajo su propia bandera, y desprecia a las demás naciones, y tiene a la mano asesinos uniformados para robar las rebanadas de los demás, y para evitar que los demás le roben sus propias rebanadas. Y en tiempos de campañas electorales, lava la sangre de sus manos y trabaja y habla sobre la hermandad de la humanidad, con la misma boca.

El hombre es el Animal Religioso. Es el único animal religioso. Es el único animal que ama al prójimo como a sí mismo y le corta el cuello si no coincide con su teología. Ha hecho del planeta un cementerio al tratar de enderezar el camino de su hermano hacia la rectitud y el cielo. Estuvo asesinando en tiempos de César, en tiempos de la Inquisición, en Francia hace algunos siglos, el día de Mary en Inglaterra, estuvo haciéndolo desde que abrió los ojos al mundo, está hoy en Creta, y seguirá haciéndolo en el futuro. Los Animales Superiores no tienen una religión. Y se dice que no entrarán al Reino de los Cielos después de morir. Me pregunto por qué. Me suena un tanto cuestionable.

El hombre es el Animal Racional. Al menos eso dice. Yo más bien creo que está abierto a discusión. De hecho, mis experimentos me han probado todo lo contrario: el hombre es el Animal Irracional. Nótese su historia, tal como la expuse antes. Me queda muy claro que el hombre es todo excepto un Animal Racional. Su historial constata que tiene antecedentes de maniático. El punto más importante en contra de su inteligencia es que se considera a sí mismo Superior a todos los animales de la manada: cuando en realidad se encuentra hasta el final.

Verdad, el hombre es irremediablemente tonto. Las cosas simples que otros animales aprenden con facilidad, el hombre no puede aprenderlas. Entre todos mis experimentos descubrí lo siguiente: en una hora enseñé al gato y al perro a ser amigos. Los puse juntos en una jaula. En una hora también les enseñé a ser amigos de un conejo. En dos días agregué un zorro, un ganso, una ardilla y unas palomas. Al final puse a un mono. Todos vivieron en armonía y paz, incluso terminaron queriéndose.

Después, en otra jaula, puse a un Católico Irlandés, y una vez que parecía domesticado, agregué a un Presbiteriano Escocés. Después a un Turco de Constantinopla, a un Griego Cristiano de Creta, a un Armenio, a un Metodista de Arkansas, a un Budista de China, a un Brahmán de la India. Finalmente a un miembro del Ejército de Salvación. Y me fui dos días. Cuando regresé para ver los resultados. La jaula con los Animales Superiores estaba bien, pero en la otra había un caos de turbantes, fezzes, cruces, telas escocesas, de huesos y carne, ningún espécimen quedó vivo. Estos Animales Racionales tuvieron una discusión teológica y llevaron el asunto a juicio.

Uno está obligado a concluir en el más elevado pensamiento, que el hombre no puede acercarse ni siquiera al peor de los Animales Superiores. En pocas palabras, el hombre es constitucionalmente incapaz de alcanzar tal Superioridad, es constitucionalmente imposible que limpie tal defecto, tan indestructible y erradicable en él.

Defino este pequeño defecto como El Sentido Moral. Es el único animal que lo tiene. Es el secreto de su degradación. Es la característica que lo lleva a actuar tan equivocadamente. No tiene otro objetivo. Es incapaz de realizar cualquier otra función. Sin esto, el hombre no podría hacer ningún mal. Se levantaría a la altura de los Animales Superiores.

Dado que el Sentido Moral sólo tiene una razón de ser, un propósito (hacer que el hombre actúe mal) es insignificante. Tiene tan poco valor como una enfermedad. De hecho es una enfermedad en sí. La rabia es mala, pero nada comparado con esta enfermedad. La rabia llevaría al hombre a hacer algo que no haría en buen estado de salud: matar a su vecino con una mordida venenosa. Un hombre con rabia sería mejor hombre que uno con Sentido Moral. Nadie es mejor por tener Sentido Moral. La maldición está desde el principio: el sentido moral en el hombre, la habilidad que tiene de distinguir entre el bien y el mal, puesto que no puede existir el mal sin estar conscientes de querer actuar mal.

Así pues, hemos descendido, nos hemos degenerado, desde nuestro ancestro lejano: empezando por un átomo microscópico paseando tranquilamente en una gota de agua, a un insecto, a un animal, a un reptil, hasta la especie que mancilló la inocencia, hasta llegar a nuestra impresionante etapa de desarrollo (llamada el Ser humano). ¿Debajo de nosotros? Nada.



miércoles, 5 de enero de 2011

Carta a los Reyes Magos

Queridos reyes:

Hace algunas centurias que no les escribo, creo que porque dejé de creer en ustedes, aunque… admítanlo, se divirtieron aquellos años en los que dejaba un zapato y un cuarto adornado para que ustedes se sintieran como en casa. Además, les salí barata, siempre pedía cosas intangibles con el lindo corazón inocente que yo tenía.

Ahora les escribo porque alguna vez vieron a mi Salvador en un pesebre y seguramente tienen buenas palancas celestiales.

Antes mi casa era muy grande y siempre supe que cabían sus elefantes, camellos, caballos y demás. Ahora no sé por dónde los van a meter y peor aún, cómo le harán para no despertarme, porque sabrán que tengo 2 inquilinas peludas que ladran al menor barullo.

Para no hacerla de emoción, sólo quiero una cosa: Mi hogar. ¿Me lo pueden buscar por ahí? Porque lo perdí en el camino, yo creo que entre tanta fiesta decembrina y cohetes. Este hogar que no encuentro lo van a identificar porque tiene montañas de una cosa que se llama “amor”, tiene paredes pintadas de risas, sábanas de lino puro y un olor muy especial a canela-manzana. Tiene 3 mujeres y una playa con luna de plata. ¿Me lo pueden traer? Gracias

Pd. Ya soy grande: Sé que no son ni reyes, ni magos, sólo astrónomos que sabían la ubicación de la estrella arriba del Rey nacido.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Demasiado real


Es curioso cómo resultan a veces las cosas, sobre todo las que menos esperas en el momento que más necesitas.

A raíz del fallecimiento el día de ayer de Andrea, no tenía ánimo de otra cosa más que de un abrazo muy largo y tierno. Como no tengo a ningún ser humano de cabecera, realmente anhelaba al único que ha estado siempre: mi amigo y Padre celestial.

Hoy tenía que ir a este parque por parte de la empresa a continuar con el proyecto de fotografía. No tenía muchos ánimos de ir porque eso implicaba interacción con personas y yo sólo deseaba silencio y paz. Mi boca no estaba para palabras.

En lo que esperaba al fotógrafo me escapé a Punta Sur, uno de mis rincones favoritos en el planeta: Acantilado y extensiones de agua turquesa.

Prendí mi ipod y empecé a escuchar el nuevo álbum de Hillsongs, siempre un fuego abrasador, siempre manos levantadas al cielo.

Todo era perfecto, el mar pegaba contra una formación rocosa y se formaban coronas de espuma, en el cielo había sólo una nube pequeña, y no había nadie, sólo Él y yo. Pero le pedí más... le pedí al pintor que dibujara tal vez una gaviota o algo que pudiera hacer saltar mi corazón. Me reí porque no podía existir más belleza que la que ya presenciaba.

Cinco minutos y nada, sólo el estruendo de las olas y mi música.

Y en esa contemplación estaba cuando giré mi cabeza unos cuantos grados a mi derecha y... ahí estaba la señal. No me mandó flores, me llevó una serenata completa: de las aguas saltaban con libertad cuatro delfines, sí delfines... saludando y recordándome que no estoy sola.

Tuve que cerrar mis ojos y después abrirlos para comprender que no era una ilusión. Sí, ahí estaban, saltando libres...

Cuando quise sacar una foto ya no estaban. Entonces entendí que había sido un regalo desde el cielo sólo para mí, sólo para mis ojos, sólo para mi alma con sed de amor.

Mientras dos lagrimitas rodaban por mi mejilla... supe que todo estaría bien.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Carta a un pequeño querubín


Adorada Andrea:

Todavía me acuerdo de las muchas tardes de viernes que pasé contigo y tu bella familia, estudiando la Biblia, haciendo ricos postres que sólo tú sabías, compartiendo, riendo. Me acuerdo de tu nariz de muñeca y tu bellísima cabellera china que siempre comparábamos con la de Ary.

Me acuerdo dictándote enseñanzas y tú escribiendo con plumas de colores en un lindo cuaderno que seguro escogiste especialmente para aquellas ocasiones. Me acuerdo de tu manera tan delicada de anotar cada detalle que yo te decía y tu perfecto silencio al escucharme hablar.

Siempre supe que eras una niña especial, sin mancha y maldad. Si tuviera que describir mi idea sobre los ángeles, tú hubieras sido mi molde, porque en tu sonrisa siempre había paz. Siempre honraste a tus padres, amaste a tu hermano y consideraste a Jesús tu mejor amigo. No sabes que al final tú me enseñaste más de lo que yo pude haberte dado.

Alguna vez puse en tela de juicio la decisión de tus padres de apartarte de la sociedad para guardarte de su inmundicia, pero ahora entiendo que aunque ni ellos ni yo lo sabíamos, nunca perteneciste a este mundo. No hablabas mucho porque tu voz estaba cerca del trono de Dios.

En mi último viaje a la ciudad, intenté verte; me duele haber esperado hasta tu muerte para haber regresado a ti. Muchos años no supimos nada la una de la otra. La verdad es que huí de ti, huí de mi propia vida, de mi propio destino y de mi leyenda personal. Tu sola existencia me recordaba lo equivocado de mis decisiones y el gran abismo que había entre yo y la Luz.

Ahora que Él ha regresado a ser mi primer amor... veo las cosas con más claridad, y debes saber que aunque ya no puedo cambiar nada, sí me arrepiento de muchas cosas, y que si tuviera otra oportunidad, lo habría hecho diferente, habría tomado otro camino.

Lamento haberte abandonado, y no por ti, sino por mí; eras una bendición para mí, eras un faro.

Ahora que estás en el cielo, sé que me escuchas y por eso vine a leerte esta carta al mar, porque seguramente allá también tienes mar (es imposible pensar que algo tan bello no exista en el cielo) y él se encargará de llevarte mis palabras entre sus olas.

Yo sé que ya no sufres, que estás más hermosa que nunca, llena de flores y con un corazón infinitamente gozoso porque estás junto al que siempre llamabas Tu mejor amigo. Debes estar mucho mejor que nosotros, acá abajo ya sabes cómo están las cosas de feas, a la pobre humanidad no le queda mucho tiempo, el sufrimiento y la maldad están que no tienen límites...

A mí sólo me queda decirte que tu viaje fuera de esta Tierra ha elevado mi vista a la eternidad, y yo sé que pronto te volveré a ver. Y mientras yo sigo trabajando para los que no tienen esperanza, tú...abraza mucho al Señor Jesús, come muchos dulces, corre por las calles de oro y cántame de vez en cuando una canción de paz que pueda escuchar mi corazón.

Efectivamente nuestro Padre ya te sanó
Así te recordaré siempre...