lunes, 14 de diciembre de 2015

De aquí a la realidad

No hay realidad más allá de la que está dentro de nosotros. Es por ello que muchos vivimos apenas una vida irreal. Tomamos imágenes exteriores para convertirlas en una “irrealidad” y nunca permitimos que el mundo interior se manifieste.

Es que no hay nada más molesto para nosotros que seguir el camino que nos conduce a nosotros mismos. Tenemos miedo porque no nos conocemos, tenemos miedo de encontrar a Dios, tenemos miedo de descubrir el Amor.

Muchos nos estrellamos para siempre en ese desastroso vacío y permanecemos dolorosamente apegados a un paraíso perdido, que de paso, nos ultraja la bendita felicidad.
Quizá si despertamos de nuestro letargo podamos percibir con humano esfuerzo el mundo luminoso sobre las ruinas mentirosas de un periodo de vida desmoronado.


viernes, 11 de septiembre de 2015

Mi parque favorito

Busqué por toda la ciudad, y te encontré soñando. Sucedió entonces. Y cuentan que cuando sucede, pasa el amor sin tanta algarabía, pero directito al punto más hondo de un alma para embalsamarlo con agua hirviendo de espuma y rosas.

Silencio, luego manos, que tienen la magia de transfigurar todo lo que tocan en manantiales que arden como Yellowstone, luego espaldas que reciben los amaneceres, cálidos y satisfechos, luego oídos que se enamoran irremediablemente de risas, de risas que nada tienen de inocentes, luego piernas que caminan felices por el circo de latidos que provoca el simple gusto, y el olfato, pero sobre todo el tacto, porque me gustaba tocarte más que haber vivido.

Me bebí de todo, me extasié de todo, te quise de todo a todo.

Y sí pasas en forma de parvada sobre el mar, te ofrezco tempo, cadencia, calor y seda en cada cónclave de besos que me dejes regalarte.

miércoles, 17 de junio de 2015

El idilio de nuestras estrellas

"Me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que una estrella no puede ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dio unos pasos hacia adelante y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella."

Y Eva misma, explicó "No debe usted entregarse a deseos en los que no cree. Sé lo que desea. Pero tiene que saber renunciar a esos deseos o desearlos de verdad. Cuando llegue a pedir con la plena seguridad de que su deseo va a ser cumplido, éste será satisfecho. Sin embargo, usted desea y al mismo tiempo se arrepiente de ello con miedo. "

"Demian". Herman Hesse.




lunes, 8 de junio de 2015

La mirada de las mariposas

"Si una de esas mariposas, por ejemplo, quisiera concentrar su voluntad sobre una estrella, o algo por el estilo, no podría hacerlo. Así, ni lo intenta siquiera. Elige como objetivo sólo lo que tiene sentido y valor para ella, algo que necesita, algo que le es imprescindible. Por eso logra lo increíble; desarrolla un fantástico sexto sentido, que ningún animal excepto ella posee."

Pensando sobre lo que dice Herman Hesse:

Siempre me ha gustado observar. 


Cuando era niña, mis padres me recordaban la mala educación que era quedarse viendo a un individuo. Yo no lo podía evitar. Francamente, encontré muy pronto una fascinación por conocer más sobre una persona con tan sólo observarla, que lo que ella podría saber de sí misma.

También podemos ser como las mariposas de Hesse: observamos y nos concentramos para que aquél otro ser... haga lo que tú piensas, y de pronto...te voltee a ver.


viernes, 15 de mayo de 2015

Cenizas en la nieve



Porque alguna vez hubo algo que quemaba pero ahora comenzó a nevar y hay frío. Traté de pedirle al día que me regresara un rayo, pero sólo encontré dolor que lentamente se cubrirá de blanco y una maleta que quizá regale a una niña que me encuentre en el camino (son sólo algunas sonrisas y besos escondidos, historias empapadas que no vuelven pero que dejaron un poco de estelas en lo eterno). 

Entonces iré a las montañas, a ver si ellas pueden hablarme de esperanza y de lo que saben. De todo lo que yo no sé. Quizá me cuenten de algún vagabundo que sueña con ser águila o de un tren que llega hasta el fondo del mar,  o de ti. Y si me cuentan de ti, ellas no sabrán si es mi lágrima o es una gota de lluvia. Y tendré que caminar de nuevo hasta sangrarme los pies, a un país donde no te haya fumado.