sábado, 16 de noviembre de 2013

Sobre lo que he aprendido viviendo


  • Puedes convivir con un gato a pesar de que en su naturaleza esté el arañar. No lo matas, no lo destazas, lo amas a pesar de que arañe y aprendes a vivir con él sin guardarle rencor. ¿Qué nos hace pensar que es diferente con seres humanos cercanos?
  • La alabanza es agradecimiento, y la mejor forma de dar gracias a Dios y la vida es siendo felices. 
  • Un proyecto en particular no es el único "plan divino". Todo lo que ocurre, incluso nosotros en nuestra totalidad somos parte de ese plan divino. 
  • Si tienes un anhelo en tu corazón es porque Dios te lo sopló. Yo nunca quise ser gimnasta, ingeniera o actriz. Yo nací para algo muy específico. 
  • Cuando me enojo, no es porque fueron injustos o malos, es porque yo no he sabido amarme a mí misma y a los demás con plenitud y seguridad. Cuando te sabes amado, nada puede dañarte, ni siquiera los malos ratos de alguien más. 
  • Si nos viéramos a través de los ojos de Dios, no seríamos tan duros con nosotros mismos y nos tendríamos más paciencia. 
  • Cuida lo que ves y escuchas, porque después influirá en tus pensamientos y luego en tus acciones. 
  • No podemos tronarle los dedos al orden divino. Él elige el tiempo cuando estamos preparados para recibir La Bendición. 
  • Cuando Dios te pide que vayas, Él paga el transporte, el viático y además te da bonos. 
  • Entre creer y saber hay una gran diferencia. Nuestra alma siempre sabe, a pesar de lo que nuestra mente cree. 
  • Los niños son felices. Nosotros como adultos tenemos que aprender a serlo, y vaya tarea sagaz. Hay que desaprender para aprender.




lunes, 28 de octubre de 2013

Caminando la espiral


Dije que quería volver a escribir para mí, y es que escribir es como el alma, igual de inmortal. Es tratar de desmenuzar las marañas que tenemos en la mente sólo para darte cuenta que  es un matiz de esencia, pero no es la esencia.

Desde ahora quise ver un milagro. Y ese milagro quizá sólo sea mi propio trozo de Dios convertido en poder para alcanzar lo que siempre he deseado SER (no tener) y convertirme en una señal divina en este mundo tan podrido que aunque me cuentan de otras dimensiones y otras realidades, yo sigo viendo el mismo dolor que no se acaba hasta que comencemos a ser eternos (quizá hoy mismo). Simplemente mi consuelo es que lo que no alcanza a ver mi vista... es hermosamente sempiterno.

El milagro será aceptar que hoy puedo nacer de nuevo y replantear todas mis creencias y reaprender. Y por fin verme a través de los ojos del Altísimo. Para obtenerlo... necesito el Silencio, necesito olvidarme de lo que veo y de lo que sé.

Y aunque esto parezca una gran y accidentada odisea, como poetas, como sagrados, como humanos, para hacer el trayecto soportable y quizá hasta disfrutable, debemos saber que estamos acompañados por un Guía que nos ama.

Por cierto, encontré que mis anteriores palabras ya tenían un espejo:

Los cinco colores pueden cegar, 
Los cinco tonos, ensordecer
los cinco sabores, empalagar, 
la carrera, la caza pueden volver locos a los hombres
y su boletín no brindarles ninguna paz. 
Por lo tanto, el hombre sensato
prefere el ojo interno al externo. 

Tao-Te Ching

lunes, 21 de octubre de 2013

Donde está la Belleza...

Observaba esa noche la luna, el ritmo de las estrellas. Yo respiraba, respiraba todo, agradecía todo. No podía SER más perfecto, y yo también SER.

Entonces me dije: Si la inmensidad que nos rodea es la Belleza...entonces...belleza es poder contemplar la obra perfecta y admirarla tanto hasta llenar el alma. Pero entonces recordé que hay quienes no pueden ver.

Después puse música pausada que conjugara con el abismo celestial y eso hizo más bella la Belleza. Pensé que podía ser la música la más sublime razón. Pero entonces recordé que había quienes no podían oír.

Supe entonces que para observar la Belleza de la vida... Debes mirar hacia adentro y escuchar hacia dentro. Sí, y eso podemos hacerlo todos... Y sí... ahí está... Es una llama, el más bello trozo de Dios.