viernes, 8 de mayo de 2009

El hombre no proviene del chango


A Doggy, Shaylee, Gigo, Frida, Yoshi y todos los animalitos que he tenido el placer de conocer…

Contrario a lo que la teoría darviniana estipula, el hombre en realidad es el ser menos evolucionado de todos, les diré por qué:

El hombre siempre que tiene mucho, quiere más, nunca es suficiente. Nunca se conforma con tomar sólo lo que necesita. Los animales por ejemplo, como el erizo, acumulan su abasto de comida sólo para el invierno y cuando tienen lo suficiente, dejan de tomar. Hay una gran diferencia entre el hombre y los animales: la avaricia.

En el reino animal, han aprendido a darse unos a otros, incluso perdiendo sus propias vidas para que así se cumpla el ciclo, tal como fue creado. Eso es la ecología en realidad, la transferencia entre un reino y otro. Sólo en el reino humano no hemos compartido nada, al contrario: pareciera que nos gusta almacenar y tomar TODO, incluso lo que no necesitamos. Entonces el planeta pierde su balance: la Tierra sufre –y nos preguntamos por qué tanta catástrofe-.

Cuando un animal lastima a otro, no está consiente de sus actos; cuando un hombre lastima a otro, sabe que está sufriendo. El gato juega con el ratón pero no sabe que lo lastima. Asusta al ratón pero no lo humilla ni lo lastima. No le saca los ojos, ni le arranca la piel, ni lo desmiembra. Cuando termina de jugar con él, tal vez se lo come y lo pone fuera de peligro. El hombre es el único ser cruel.

Los animales pelean entre ellos mismos pero no en multitudes organizadas para matar a quienes no han hecho nada. Los hombres tienen hasta grupos de uniformados que pelean por lo que llaman “ideales”, dentro de la atrocidad más grande inventada llamada “Guerra”.

Los animales sólo matan cuando tienen hambre, el hombre mata por el único placer de matar. También el inigualable sentido de venganza sólo es típico del hombre. Él espera y calcula fríamente. El hombre es el único ser que mata por poder, que manda a sus hijos a la guerra, que tortura concientemente y conoce muchos métodos para lograrlo, es el único que odia, es el único que se avergüenza, es el único que hace distinción de razas y hasta coloca límites llamados “patria”, “estado”, “religión”, adornados con derramamiento de sangre y odio.

Los gallos por ejemplo, tienen su harems, pero esto es bajo el consentimiento de sus concubinas. Los hombres tienen harems a base de la fuerza bruta, respaldados por leyes atroces. El hombre es el único esclavo y el único dueño. Es el único que tiene como propiedades a los hombres, a hombres similares a él –por cierto- que trabajan para él. Los animales sólo trabajan para su propio alimento y el de sus hijos.

El hombre es el único “animal racional” pero eso puede ser un tema de debate.
Podríamos enseñar al gato y al perro a ser amigos, o al menos convivir sin herirse. Pongamos a un católico, judío, budista, musulmán, mormón, protestante, hindú… al final del día encontraremos en ese mismo cuarto sólo vestiduras rasgadas, carne, sangre y el humo del odio y la intolerancia, como el que salía de esas calderas que nadie quiere recordar...

Fervientemente creo que si existe algún tipo de cadena evolutiva, el hombre está debajo de cualquier animal o ser vivo que ha caminado sobre la faz de la Tierra.

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