Sobre lo que he aprendido viviendo
- Puedes convivir con un gato a pesar de que en su
naturaleza esté el arañar. No lo matas, no lo destazas, lo amas a pesar de que
arañe y aprendes a vivir con él sin guardarle rencor. ¿Qué nos hace pensar que
es diferente con seres humanos cercanos?
- La alabanza es agradecimiento, y la mejor forma de
dar gracias a Dios y la vida es siendo felices.
- Un proyecto en particular no es el único "plan
divino". Todo lo que ocurre, incluso nosotros en nuestra totalidad somos
parte de ese plan divino.
- Si tienes un anhelo en tu corazón es porque Dios te
lo sopló. Yo nunca quise ser gimnasta, ingeniera o actriz. Yo nací para algo
muy específico.
- Cuando me enojo, no es porque fueron injustos o
malos, es porque yo no he sabido amarme a mí misma y a los demás con plenitud y
seguridad. Cuando te sabes amado, nada puede dañarte, ni siquiera los malos
ratos de alguien más.
- Si nos viéramos a través de los ojos de Dios, no
seríamos tan duros con nosotros mismos y nos tendríamos más paciencia.
- Cuida lo que ves y escuchas, porque después influirá
en tus pensamientos y luego en tus acciones.
- No podemos tronarle los dedos al orden divino. Él
elige el tiempo cuando estamos preparados para recibir La Bendición.
- Cuando Dios te pide que vayas, Él paga el
transporte, el viático y además te da bonos.
- Entre creer y saber hay una gran diferencia. Nuestra
alma siempre sabe, a pesar de lo que nuestra mente cree.
- Los niños son felices. Nosotros como adultos tenemos
que aprender a serlo, y vaya tarea sagaz. Hay que desaprender para aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario