Después sueño inevitable, sentimos el viento como los caballos salvajes,
somos libres como niños y nos mojamos los pies, caminamos sobre la
arena de esta y otras playas, recorremos los pasajes secretos y los
amamos por hacerlos nuestros. Tomo mi guitarra, y llevo tan sólo
nuestras manos como equipaje y seguimos a las caravanas que van a
nuestros sueños con una brújula que dice "Destinazione Paradiso" en los
cuatro puntos cardinales.